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PLAN BARRAZA

Plan Maestro de Conservación Patrimonial y Desarrollo Sostenible

El Poblado de Barraza es una de las localidades más antiguas del país, y poseedor de una serie de recursos culturales de importante valor patrimonial. Sin embargo, el terremoto de septiembre de 2015, puso en evidencia serios problemas de gestión de estos valiosos recursos. Proponer una estrategia de conservación y desarrollo sostenible para Barraza y su contexto, es una oportunidad única de implementar un Modelo de Gestión Patrimonial a escala de Paisaje en la región.

 

El terremoto de septiembre de 2015 que afecto a la región de Coquimbo, puso en evidencia serios problemas de conservación y gestión del patrimonio local, pero también ha dado relevancia a un territorio excepcional de Chile, que integra valiosos recursos naturales y culturales a cargo de sus propias comunidades. La localidad de Barraza, en la cabecera del Valle del Limarí, es un claro ejemplo de lo anterior.

El Poblado de Barraza, emplazado 30 km al suroeste de la ciudad Ovalle, es una de las pocas localidades en Chile que tiene aproximadamente 440 años de antigüedad como asentamiento formal. Si bien los primeros habitantes de este sector fueron changos, que aprovecharon la proximidad del mar junto al fértil valle del Limarí, y luego, utilizado por los españoles como refugio y fortificación, su origen como poblado es en el siglo XVII como un caserío que se fue formando en torno a la hacienda del capitán español Antonio Barraza Crespo. A fines del siglo XVIII Barraza era un asentamiento de trapicheros, comerciantes mineros, aviadores de cobre y campesinos que se transformó en una importante parada del tramo La Serena/Santiago en el denominado “Camino Real”, llegando a ser el segundo poblado más importante del sector después de La Serena. A partir de 1817 con la participación de sus vecinos en los combates de Barraza y Salala en el marco de la independencia de Chile adquiere el título de “Villa de San Antonio del Mar”, decretada por Bernardo O’Higgins. En 1831 con la fundación de Ovalle y el impulso que esta ciudad recibió con la explotación del mineral de Tamaya, Barraza perdió su influencia en la región, lo que significó que su imagen se detuviera en el tiempo conservando su fisonomía de comienzos del siglo XIX, manteniendo de esta forma un rico patrimonio cultural que hoy nos resulta valioso destacar, resguardar y difundir.

En cuanto a su tipología, el Poblado de Barraza corresponde a un pueblo tradicional donde su valor social y cultural se refleja en formas de vida únicas, festividades de gran convocatoria o lógicas culturales traspasadas de generación en generación que sumadas a valores históricos, arquitectónicos y paisajísticos, crean un ambiente particular e irrepetible posibles de traducir en activos turísticos económicamente apreciables, que sin un correcto conocimiento, valorización y gestión pueden perderse fácilmente a consecuencia de intervenciones desafortunadas, que terminan por diluir parte importante de los atributos que sustentaban su valor.

La conservación responsable de estos valiosos recursos como oportunidad de Desarrollo Sostenible para la propia comunidad asociada puede significar para la región, la posibilidad de implementar un Modelo de Gestión Patrimonial a escala de Paisaje. Realizar este estudio es un avance importante no solo para fomentar la correcta utilización del patrimonio cultural y natural de la localidad, sino, además, para contribuir en el cumplimiento de los principales objetivos que se ha trazado el Gobierno para el desarrollo de la región.

En este sentido, el planteamiento del Plan recoge la urgencia planteada por la Estrategia Regional Periodo 2009-2020 del Gobierno Regional de Coquimbo, que ha identificado los graves efectos que produce sobre el patrimonio y el desarrollo local, el éxodo de los sectores rurales.  Además, en el documento Política Cultural Regional 2011-2016 se establece que es posible convertir al arte, la cultura y el patrimonio en un nuevo eje de desarrollo económico y social para la región. Por último, en la Estrategia Nacional de Turismo 2012-2020 se apunta a la valoración de los sitios nacionales de alto contenido histórico, cultural, arqueológico y/o natural y, con ello, a la valoración de las identidades culturales para el desarrollo del turismo cultural en el país.

Sin embargo, en tiempos recientes, los agentes de riesgo ambientales y humanos, como los sismos, sequías y efectos de la economía extractiva, han puesto en estado de emergencia la conservación de estos recursos valiosos, relevando la urgencia de iniciar acciones de conservación que se vinculen a programas de desarrollo territorial. Frente a esta problemática, se requiere de una planificación que cumpla los siguientes objetivos:

-              Identificar, valorar y diagnosticar los principales recursos patrimoniales disponibles. 

-              Analizar su calidad paisajística y cultural, y potencial socioeconómico. 

-              Definir una estrategia practica de conservación patrimonial y desarrollo sostenible.

-              Realizar talleres y conversatorios para definir la percepción local sobre el patrimonio.

-              Elaborar perfiles de iniciativas relevadas por el municipio y otras entidades públicas.

-              Establecer lineamientos y normativas que consoliden y faciliten la estrategia.

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